En el año 1978 se acabaron las obras del nuevo Dique de este y la Chitá dejó de ser el rompeolas del Puerto de Valencia.

Para los pescadores antiguos de esa zona supuso la merma de especies de mar abierto y la masificación de pescadores, ya que al quedar la Chitá al abrigo de temporales se convirtió en una zona muy cómoda para pescar.