La tragedia causada por la fuerza del agua en noviembre de 1957 cambiará para siempre la fisonomía de la ciudad. Las obras del conocido como “Plan Sur” desviarán el río Turia a su paso por Valencia y supondrá ingentes obras para canalizar tanto el agua potable como el alcantarillado.

La catástrofe social y económica fue de tal magnitud que el Gobierno de Franco no tuvo más remedio que adoptar importantes decisiones. Nueve meses después de la riada, se aprobó la llamada Solución Sur, para desviar el río de la ciudad: un nuevo cauce de unos 12 kilómetros de longitud y 175 metros de ancho, capaz de desaguar 5.000 metros cúbicos por segundo en una nueva desembocadura, tres kilómetros al sur de la existente.

Las obras comenzaron en 1964 y finalizaron –sin completar el programa inicial, que incluía otras infraestructuras de saneamiento hidráulico– en 1973. Poco a poco, la Solución Sur se transformó en un ambicioso plan urbanístico para adaptar la incipiente comarca metropolitana a los nuevos tiempos del desarrollismo de los años sesenta. El Plan Sur de Valencia, que así se denominó, fue aprobado por ley en diciembre de 1961; comprendía cuatro capítulos de actuaciones –hidráulicas, de carreteras, ferroviarias y de urbanización–, y su financiación corría a cargo del Estado y de las entidades locales.

Sin embrago, las obras no empezaron hasta 1965 después de sufrir varias modificaciones que incluían nuevos puentes sobre el nuevo cauce y la renovación de la red de alcantarillado.

El nuevo cauce terminó de construirse en 1969 y en el se usaron 1.400.000 m3 de hormigón y 3 millones de toneladas de piedras para el fondo del cauce. Sin embargo, toda la Solución Sur, con sus puentes, viales marginales y accesos ferroviarios, no se acabó hasta 1972

 

Sobre del día de entrada en vigor del Plan Sur

 

 

1970.06.16. Maquinaria estacionada en las obras del Plan Sur desarrollado para encauzar el río Turia y evitar las avenidas de agua. FOTO EFE.

 

1979. Vista aérea del nuevo cauce del Turia. FOTO Levante-EMV.